el día que me convertí en cactus

marzo 24, 2011 § Deja un comentario

no hacía frío ni llovía, pero sí un poco de viento. Salí al balcón, dándote la espalda y me quedé apoyada en la barandilla. Inmóvil. Inútil, vegetal, estática. Y no respondía a ninguna de tus llamadas. A ninguno de tus susurros. Y de tantas veces que me besabas me empezaron a crecer extremidades puntiagudas para poder evitarte. Pero tu seguías abrazándome y no te importaban las cicatrices. Llegabas cada mañana lleno de tiritas con alguna nueva ocurrencia. A veces tocabas el violín y otras me sacabas de paseo para que viera algo más que las vistas limitadas de la calle estrecha de tu casa. Pero yo no quería más luz, tenía suficiente con las sobras de la comida de ayer. Y cada vez tenía más raíces y solo quería alimentarme de los restos de arena de las plantas de alrededor. Y tú querías emborracharme pero siempre te decía que estaba inundada. Me regabas hasta ahogarme para ver si sacaba alguna flor, pero únicamente me crecía el atrezzo de plástico que venía de fábrica.

El día que me convertí en cactus hacía viento. Desde entonces, has dejado todas las mañanas la puerta del balcón abierta por si vuelvo a entrar.

posibles títulos de mi próximo disco I

marzo 11, 2011 § Deja un comentario

«el día que vendí mi asma al diablo (y solo me dio cinco euros)»

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